El programa convierte a España en el primer país de la UE en disponer de un sistema dual de observación y de doble uso
El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, y el ministro de Industria, Comercio y Turismo, Joan Clos, han firmado hoy un acuerdo marco para el desarrollo, financiación, puesta en órbita y explotación del Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite, que supondrá una inversión global de 325 millones de euros (135 millones correspondientes a Defensa y 190 millones a Industria). Los planes iniciales prevén que ambos satélites, que se llamarán 'Ingenio' y 'Paz', estén operativos en el espacio en 2012.
El Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite estará constituido por dos satélites:
La firma de este convenio da respuesta a uno de sus principales objetivos de la Administración Española: garantizar la adecuada coordinación de las inversiones públicas en espacio entre los diversos actores. Con el Programa Nacional de Observación de la Tierra por satélite se obtendrán resultados muy superiores a los que proporcionaría el desarrollo de ambos satélites por separado.
Las aplicaciones del Programa permitirán el uso de los satélites en campos tan diversos como la vigilancia de la superficie terrestre, control de vertidos marítimos, urbanismo y ordenación del territorio, control de la ocupación del suelo o de los recursos naturales, planificación de infraestructuras, evaluación de catástrofes, incendios forestales, control del medio ambiente, así como inteligencia, simulación de operaciones militares, verificación de tratados internacionales, control fronterizo o cartografía de alta resolución.
Satélites complementarios
Con la puesta en marcha del Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite, España será el primer país europeo en disponer de un sistema dual de observación -óptico y radárico- y de doble uso -civil y militar- que le proporcionará autonomía e independencia en la toma de imágenes de la Tierra desde el espacio.
El Programa Español de Observación está basado en dos satélites complementarios, cuya combinación proporciona cobertura de alta resolución en cualquier parte del mundo para múltiples necesidades. La órbita prevista para ambos satélites tendrá una altitud de entre 500 y 700 kilómetros.
El satélite óptico permite la obtención de cien imágenes fotográficas diarias en cualquier punto de la Tierra; con el satélite radar se podrán captar 64 imágenes diarias aun en la más absoluta oscuridad o en condiciones climatológicas adversas.
Ciertos desastres medioambientales, como los vertidos en el mar, solamente pueden ser detectados con la tecnología radar, mientras que, por ejemplo, la evolución de la masa vegetal sólo se puede observar mediante la tecnología óptica. Las imágenes almacenadas en la memoria de los satélites se descargarán a su paso sobre las antenas receptoras situadas en la estación espacial de Maspalomas y en Madrid para ser utilizadas por los distintos usuarios del sistema.
La complementariedad de los dos satélites aporta dos ventajas fundamentales: disponer de diferente información por las características aportadas a la tecnología óptica y a la tecnología radar, y la posibilidad de obtener una imagen de cualquier lugar del mundo cada 24 horas.
Beneficios estratrégicos, industriales y sociales
El Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite prevé como usuarios españoles a los Ministerios de Defensa, Fomento, Agricultura, Medio Ambiente e Interior, así como a comunidades autónomas y ayuntamientos. Asimismo, el Programa posibilitará acuerdos de intercambio de imágenes con otros sistemas de observación de la tierra y con otros países.
El Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite supone la obtención de múltiples beneficios para España. Además de proporcionar independencia operativa al país, permitirá mejorar la contribución española al programa europeo Global Monitoring Environmental and Security (GMES, Vigilancia Mundial del Medio Ambiente y la Seguridad), la principal iniciativa europea en el área de observación de la Tierra, que está liderada por la Unión Europea y la ESA.
Asimismo, el Programa supone una componente de I+D+i que permitirá que la industria nacional lidere programas europeos. También conllevará grandes beneficios sociales al disponer el Gobierno de un instrumento de primer nivel tecnológico con potencial aplicación en multitud de ámbitos (seguridad y defensa, control de riesgos, gestión medioambiental y de recursos, etc).
Con este programa, España dispondrá de cuatro satélites para atender sus necesidades, tanto en el campo de la observación de la Tierra como en el de las comunicaciones por satélite, lo que nos situará al más alto nivel mundial en cuanto a recursos espaciales. Se conseguirá autonomía y versatilidad operativa en la obtención de información en los campos estratégicos, tácticos y de seguridad al tiempo que se posibilita un salto cualitativo de la industria nacional y del sector espacial.
Trayectoria aeroespacial consolidada
El sector espacial español dispone de probada experiencia para desarrollar un sistema nacional de observación de tierra por satélite. Así, en 1988, España se adhirió al Programa Helios, liderado por Francia y con participación de Italia, para cubrir las necesidades del Ministerio de Defensa en materia de observación de la Tierra por satélite. En 1995, se lanzó al espacio el primer satélite Helios 1A y, en 1999, el segundo satélite Helios 1 B.
En abril de 1997, el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), organismo autónomo del Ministerio de Defensa, lanzó el satélite MINISAT 01. En este programa, la industria nacional, liderada por el INTA, aplicó por primera vez los conocimientos adquiridos en programas anteriores -fundamentalmente en los de la ESA- y desarrolló un sistema espacial completo, desde sus fases iniciales de diseño hasta el final de operación en órbita.
Más recientemente, en 2005, España se ha constituido como uno de los cuatro países líderes de GMES, con una contribución del 12 por 100 a la infraestructura espacial común que se desarrollará por parte de la ESA. Además de esta participación, España aportará ahora a GMES las imágenes del Programa Nacional de Observación de la Tierra por satélite, uniéndose así al selecto club de países que contribuirán con satélites propios a GMES.
Actualmente, los medios disponibles para España en observación de la Tierra por satélite son los derivados del programa europeo 'Helios' II, donde se participa con un 3 por 100, una vez concluido el programa 'Helios' I, en el que se tuvo una participación del 6 por 100.
Recientemente España se ha adherido, con un 3 por 100 de participación, al Programa Pleiades de alta resolución de aplicación civil y militar, cuyo primer satélite está previsto que entre en operación en el año 2008.
Estos dos programas (Helios y Pleiades) proporcionan capacidad de observación utilizando sistemas ópticos de alta resolución, pero faltaba la componente radárica, que permite observaciones constantemente, al margen de la cobertura nubosa o la hora del día.
Además, disponer de un sistema propio arroja ventajas indudables, en términos de autonomía e independencia. Finalmente, el Programa Nacional de Observación de la Tierra por satélite situará a la industria nacional en una posición de vanguardia en el ámbito de los programas espaciales europeos siendo ésta la primera vez que se van a fabricar en España satélites de esta dimensión.