De acuerdo con las instrucciones del ministro de Defensa, Pedro Morenés, el Ejército de Tierra ha puesto en manos del juez togado decano de Madrid las primeras conclusiones de la información sumarísima recabada hasta el momento en relación con un vídeo publicado recientemente por un medio de comunicación sobre un caso de presunto maltrato de soldados españoles a prisioneros iraquíes.
En cuanto al vídeo en sí, las conclusiones preliminares indican que su localización podría corresponder efectivamente con las instalaciones habilitadas para prisioneros en el cuerpo de guardia de base 'España' en Diwaniya (Irak) y que, de poder analizarse el vídeo original, los distintivos que los agresores portan en sus uniformes podrían llevar a la identificación de su unidad de procedencia y, de no haberse velado intencionadamente sus rostros, sería factible reconocer al menos a dos de los agresores.
De acuerdo con la investigación previa, ninguno de los jefes de los contingentes destacados en Iraq tiene ni tuvo constancia y ni siquiera sospecha de que se infligieran malos tratos a prisioneros y afirma, por el contrario, que siempre se les dio un trato correcto y concorde, en todo momento, con la legislación vigente y con las Reglas de Enfrentamiento en vigor.
Además de haber trasladado al juez togado territorial militar decano de los de Madrid estas conclusiones al objeto de que éste compruebe la veracidad de la información difundida y para que adopte en su caso las acciones legales correspondientes sobre los presuntos responsables, el Ejército de Tierra hace constar que rechaza enérgicamente este tipo de comportamientos y que prestará la máxima colaboración a la Justicia para el esclarecimiento de los hechos y la depuración más completa de responsabilidades.
Asimismo desea hacer constar que, en los más de 20 años de participación de militares españoles en operaciones internacionales, más de 132.000 miembros de las Fuerzas Armadas, y de su Ejército de Tierra en particular, han llevado a cabo las diferentes misiones en los más diversos y duros escenarios entre el reconocimiento de las poblaciones locales a su labor, por lo que un caso aislado de supuestos malos tratos no puede empañar la labor de tantos soldados.